Fruto del compromiso de trabajo en común entre el Órgano para la Igualdad de Mujeres y Hombres y el Departamento de Políticas Sociales para la mejora en la atención a víctimas de violencia machista nace el encargo que asumimos desde Fundación EDE de elaborar una evaluación de los servicios de atención a mujeres víctimas de violencia machista de la Diputación Foral de Gipuzkoa desde la perspectiva de la igualdad.

03 Jul, 2019

Una evaluación que ha buscado dar respuesta a tres interrogantes concretos:

  1. ¿Qué tipo de respuesta debiéramos de dar? ¿Cómo debiéramos intervenir con las víctimas de violencia machista?
  2. ¿Qué respuesta estamos ofreciendo? ¿Cómo estamos interviniendo con ellas?
  3. ¿Qué cambios podemos acometer para ajustar nuestra respuesta e intervención al modelo deseado?

Este encargo ha representado un reto complejo sobre todo debido a la alta especialización que requiere un estudio de estas características y el escaso plazo de tiempo del que se disponía para llevarlo a cabo. Para conseguir alcanzarlo se han desplegado una serie de claves metodológicas:

Liderazgo: A fin de asegurar el liderazgo que un proceso como este requiere, nos propusimos constituir un Grupo Motor que acompañara el desarrollo de las distintas acciones del proyecto. Este grupo formado por personal de Fundación EDE adscrito al proyecto, así como por aquellas personas que tanto el Órgano de Igualdad como el Departamento de Políticas Sociales de la Diputación Foral de Gipuzkoa designaron para la supervisión y seguimiento de la realización del contrato. Este grupo, que se ha reunido presencial y virtualmente, ha garantizado el intercambio de información y el contraste adecuado para: orientar el proyecto; establecer criterios para la selección de personas participantes; contrastar materiales, contenidos y herramientas de recogida de información (clarificar y consensuar qué queremos evaluar y cómo); revisar los resultados parciales y en definitiva, tomar decisiones durante todo el itinerario y realizar una evaluación continua a lo largo del proyecto.

Perspectiva Feminista: La perspectiva feminista desde la que nos acercamos a la realidad supone partir de principios teóricos feministas, cuestionar desde esta mirada, desmontar el androcentrismo y visibilizar el sexismo, ofrecer nuevos objetos de estudio, favorecer que las mujeres formen parte en la generación de información, etc. Se trata una mirada crítica que procura dar prioridad a determinados aspectos de la realidad social sobre otros ya que parte de un marco conceptual y unas bases metodológicas específicas. Implica, además, que realizaremos un análisis con perspectiva de género que permite poner de manifiesto las diferencias y las desigualdades y profundiza en la incidencia que tienen los factores sociales y culturales en las costumbres, comportamientos, valores o actitudes de mujeres y hombres.

Transformación: Entendemos la evaluación feminista como una herramienta de transformación social en la medida en que: tiene como eje central las desigualdades de género que conducen a la injusticia social; considera que la desigualdad de género es una manifestación de una injusticia social que intersecciona con otros factores de desigualdad (clase, edad, orientación sexual, etc.); y entiende que la discriminación o desigualdad basada en el género es sistémica y estructural. Así mismo esta evaluación ha incluido espacios de reflexión compartida que se enriquecen desde la práctica y en este sentido, representan una oportunidad para la transformación, pudiendo generar ciertos cambios sobre las actitudes, aptitudes y comportamientos de las personas que operan en el sistema. Dicho de otro modo, se propone un proceso participativo de reflexión sistemática y análisis, en el que, desde unos criterios previamente establecidos y unas herramientas de análisis rigurosas, las personas involucradas buscan aprendizajes y toman decisiones efectivas para mejorar su actuación y aumentar su impacto. Todo esto contribuye a mejorar la gestión de las intervenciones, considerando el aprendizaje y la toma de decisiones para la mejora continua.

Innovación Colaborativa: Para dinamizar los encuentros presenciales se han utilizado entre otras, herramientas de innovación colaborativa como el Art of hosting y Visual Thinking centradas en la participación e implicación de las personas y sus experiencias. El arte de la innovación colaborativa se construye sobre la convicción y la experiencia de que debemos encontrar nuevas soluciones para el bien común basadas en el entendimiento de nuestra interconexión. Nos proporciona metodologías participativas que apoyan e incentivan la colaboración en entornos heterogéneos de trabajo; ayuda a crear conversaciones significativas y recolectar los resultados obtenidos de la construcción del conocimiento colectivo; brinda espacios de encuentro que ayudan a conocer otras personas e instituciones, y a establecer relaciones y colaboraciones; y posibilita el encuentro de “partes” distintas de un mismo sistema para ayudar a que adopten una mirada más integral y ahonden en la búsqueda de soluciones compartidas para atender los nudos relativos a la coordinación, derivación, etc.

Equipo Multidisciplinar: Para el desarrollo del proyecto Fundación EDE ha asignado un equipo técnico multidisciplinar especializado en investigación, evaluación y consultoría de género y además, se han integrado en el equipo profesionales de la intervención con mujeres víctimas de violencia machista que ha posibilitado la integración de diferentes perspectivas al proceso y mayores garantías de éxito. El equipo cuenta con formación específica en igualdad de mujeres y hombres y en violencia machista, ha desarrollado numerosos proyectos de consultoría e investigación vinculados con dicho ámbito y también cuenta con amplia experiencia en el desarrollo de proyectos vinculados al ámbito de servicios sociales. Con todo, garantizamos que en el proceso de desarrollo de este trabajo convivan varios enfoques complementarios.

Carácter aplicado: El tipo de investigación que nosotros hacemos se caracteriza por tener un carácter aplicado, lo que significa que se orienta a la acción, a incidir sobre la práctica. Con este trabajo se busca no sólo identificar áreas de mejora concretas sino también, ahondar en los factores y nudos que obstaculizan una mejor respuesta, con la confianza de que realizar una radiografía más profunda y precisa de los problemas contribuirá a identificar los medios necesarios para hacerles frente.

Aseguramiento de la calidad: Cabe enfatizar también, el hecho de que el recorrido del equipo permite poner a disposición de este trabajo un número suficiente de profesionales que garantiza la aplicación de estrategias de integración metodológica y control de rigurosidad en el análisis como es la triangulación. Así distintas personas participan en la interpretación de resultados garantizando la minimización del sesgo de la perspectiva particular de cada persona investigadora. La triangulación significa que se emplean múltiples observadores y observadoras, opuesto a uno o una singular, y con ello se remueve el sesgo potencial que proviene de una sola persona y se asegura una considerable confiabilidad en las interpretaciones finales. En este sentido, el trabajo en equipo cobra especial importancia y se opta por el contraste continuo como modelo de control de la calidad por eso se prevé que el equipo mantenga reuniones periódicas durante todo el desarrollo del proyecto.

Además, durante el proceso se ha adoptado un enfoque de mejora continua que supone una apertura metodológica a integrar cambios y mejoras sobre el planteamiento inicial cuando éstos puedan ayudar a alcanzar mejor los objetivos. Así, a medida que avanza el proceso de recogida de información el equipo investigador cuenta con una perspectiva más cualificada para valorar la idoneidad de desplegar o no determinadas acciones, invitar o no a determinadas personas a participar en las mismas, etc.

Participación: Desde Fundación EDE entendemos la evaluación como un proceso participativo en el que es importante involucrar a distintos agentes y grupos de interés y adoptar un enfoque de carácter integrador que armonice sus diferentes puntos de vista. Durante el trabajo de campo de este proyecto se ha conseguido involucrar a cerca de 200 personas.